miércoles, 15 de julio de 2009

Vacaciones hasta septiembre

Nos vamos de vacaciones. Sí, desde ahora hasta septiembre. Un pequeño descanso para disfrutar de la playa y el verano. Pero antes de irnos comentar un par de cosillas.

La primera es que ya hay otro experimento en el que uno puede participar online, y es que los chicos del laboratorio de aprendizaje de la Universidad de Deusto tienen listo otro pequeño experimento para hacer por Internet. Todos aquellos que queráis participar, podéis hacerlo aquí. Gracias por vuestra participación.

Recordar también que un colaborador de este blog ha escrito un libro con una pinta impresionante. Yo desde luego tengo intención de leérmelo. Hablo del libro de Eugenio, él mismo nos lo comentaba en una entrada hace nada. Podemos leerlo aquí.

Y desde hace dos días, y hasta el 17 de septiembre, podéis votarnos en los Premios20blogs, dentro de la categoría de Ciencia y Tecnología. El año pasado quedamos en el puesto número 12 de entre 162 blogs que participaban en la categoría de Ciencia y Medioambiente, lo cual no está nada mal. Cualquier voto se agradece en esta nueva edición. ;)

Premios 20BlogsPremios 20BlogsPremios 20BlogsPremios 20BlogsPremios 20BlogsPremios 20BlogsPremios 20BlogsPremios 20Blogs

Por último invitaros a que echéis un vistazo a las entradas antiguas, ahora que hacemos un pequeño stop en verano. Para animaros, os recomiendo algunos enlaces…

Algunas entradas han tenido bastantes visitas. Hay dos que en el día de su estreno llegaron a hacer 7.000 y 9.000 visitas respectivamente, lo cual para las cifras de este blog está muy bien. Os hablo de estas dos…

Efecto Antabus: por qué no debemos beber si estamos tomando medicamentos

El secreto de la senadora Amidala

¿Recordáis aquella noticia de hace no mucho de que en España se empezaba a probar una vacuna contra el sida en humanos? ¿Que un laboratorio español estaba trabajando en ello? Un colaborador de este blog trabaja en el laboratorio que está desarrollando la vacuna y nos explicaba muy bien cosas sobre la misma. Para los que no la habéis leído, decir que es una entrada muy interesante. A mí al menos así me lo pareció. La podemos encontrar aquí. Sonicando ha escrito otras entradas, todas ellas sorprendentemente buenas, sencillas y novedosas. Como ejemplo una más que podéis leer aquí. Buscando un poco en el blog encontraréis algunas más, todas ellas sin duda estupendas sobre el asombroso mundo de la biología molecular.

Y sobre biología también escriben Carlos y Darkrosalina. Darkro con su entrada estrella comentada arriba. Carlos nos ha dejado algunas entradas estupendas como esta…

Mantis: ¡no hay peligro!

Si tenéis curiosidad pasad por la sección de biología del blog.

Como hemos comentado, una de las entradas más visitadas la escribió la médico del blog, Sophie. Ha escrito otras muchas, que se pueden disfrutar en la sección de medicina. Alguna por los comentarios ha debido de gustar bastante, en concreto una que escribió junto a un servidor. Os la dejo enlazada a continuación…

¿Por qué son importantes los grupos sanguíneos y qué ocurre si al hacer una transfusión no los respetamos?

Eugenio y Wis, nos han dejado perlas sobre física también como estas…

Donde yo colapso otros musican

Funcionamiento de las linternas sin pilas

Para leer más visitad la sección de física del blog. Está muy interesante. Podemos encontrar una sección también que trata sobre comportamiento humano. Una entrada interesante sobre el tema…

Puros imitadores

Más en la sección de psicología…Y alguna entrada interesante también sobre prevención de riesgos:

¡Cuidado en la cocina!

¿Te gusta el cine y las series de tv además de la ciencia? Si buscas en nuestro blog encontrarás entradas que usan el cine como excusa para hablar sobre ciencia. Algunos ejemplos aquí…

Lost: guiños a la ciencia en “perdidos”

Perdidos: el cisne

El secreto de la senadora Amidala

Biología animada (III): ¿Por qué las hienas son malas y los leones buenos?

¿Es posible que un asteroide destruya la tierra?

Más en secciones de "Ciencia ficción" o "Ciencia y cine"…Y tampoco faltan en este blog entradas de humor. Sino echad un vistazo a algunas recopilaciones de vídeos sobre humor y ciencia…

Comics y ciencia

Humor científico: especial física y química

Humor científico: especial medicina

O entradas escritas entre varias personas pertenecientes a diferentes campos científicos, lo cual las hace especialmente interesantes. Y no sólo por colaboradores del blog, sino compañeros de otros blogs amigos que han colaborado codo con codo para sacar adelante algunos post. Destaco un par…

No saber ciencia es peligroso

Disparidad binocular y 3D

Hay una serie de entradas también sobre la gripe porcina, tema de actualidad. La más actualizada está aquí.

Espero que todo esto os abra el apetito para los que sois nuevos por aquí, y para los que no, que encontréis alguna entrada no leída y que os guste. Para terminar quería desearos un buen verano a todos. Un saludo. Volvemos en septiembre con más ;)

¿Qué secretos esconde Kyle?
Humor científico: especial psicología (psicoteca)

lunes, 13 de julio de 2009

50 hipótesis refutadas de los conspiranoicos lunares

La conspiración lunar ¡vaya timo!

La cospiración lunar ¡vaya timo!

Eugenio Fernández Aguilar
Editorial Laetoli
176 páginas
ISBN: 978-84-92422-14-2
15,00 euros

Más información: Artículo de Alfredo Valenzuela (EFE) en adn, y en terra Noticias con foto.


Cuando le preguntas a alguien su opinión sobre los viajes a la Luna las respuestas son variadas. Lo heterogéneo de las posibilidades parece, en ocasiones, que pretende dar un aire intelectual, de opinión propia. Me sonrío, porque eso de "mi teoría es" lo he escuchado cientos de veces. Y esa "teoría" no es de quien me la dice, son afirmaciones que se repiten una y otra vez, ya sea en boca de uno o de otros. E intentan pasar por propias. Lo mejor es tener una idea propia, por supuesto, pero habiendo recapacitado e indagado sobre el tema en cuestión.

En "La conspiración lunar ¡vaya timo!" (Editorial Laetoli) se estudian 50 hipótesis que presentan los amantes de la conspiración. Y se refutan. El hombre fue a la Luna o, al menos, las pruebas que se dan en contra no son verdaderas pruebas. Muchas son las lanzas que se me han lanzado y lanzarán, ¿no será mejor hacerlo después de haber leído el libro?

Desde hoy (13 de julio de 2009) puedes ir a tu librería a pedir un ejemplar (es posible que en algunos puntos aún no estén, se le puede decir al librero que lo pida).



La luz, ¿partículas u ondas?
Obesidad pera, obesidad manzana

jueves, 9 de julio de 2009

Todos tienen lo que merecen: "La hipótesis del mundo justo"

Gilgamesh escribe esta joya en psicoteca y con su permiso la publicamos aquí también.

A los psicólogos nunca dejará de impresionarnos la capacidad humana para autoengañarse, una actividad que todos realizamos más frecuentemente de lo que parece. Lo interesante es que este acto de autoengaño suele tener, comúnmente, la función y resultado de hacernos más felices, porque cierra nuestros ojos ante las cosas más feas de este mundo. Es por eso que este mecanismo defensivo, protector de nuestra autoestima y felicidad, es adaptativo y puede haber sido seleccionado en el curso de la evolución hasta llegar a nuestros días.
De todas las formas de autoengaño que practicamos con mayor o menor frecuencia, las hay particularmente interesantes. Una de ellas es la creencia denodada y contra toda evidencia en una especie de "justicia universal" que los psicólogos llaman "creencia en el mundo justo" (Lerner, 1980). Esta creencia es tan generalizada que se ha trasladado al lenguaje coloquial en forma de numerosas expresiones y frases hechas, como "el tiempo pone a cada uno en su sitio", "quien siembra vientos recoge tempestades", y otras que podréis identificar por vuestra cuenta sin mucho esfuerzo. En este post voy a hablaros de algunos curiosos estudios que demuestran esta generalizada –e infundada- creencia en una forma de justicia universal.

Situaciones de azar vs. situaciones de habilidad
Pocos han elaborado esta distinción tan claramente como Langer (1975) en su recomendable artículo sobre la ilusión de control. Las situaciones a las que nos enfrentamos (o que simplemente presenciamos) en nuestra vida pueden clasificarse en función de si permiten o no la posibilidad de ser influenciadas o controladas por los individuos. Hay situaciones dominadas por el azar, y otras en las que la habilidad de los actores tiene algún papel. Valgan un par de ejemplos sencillos: La capacidad atlética de un corredor es fundamental en el resultado de una prueba de 100 metros lisos (situación de habilidad), y por lo tanto dicho corredor tiene algún control sobre el resultado. Por otro lado, las habilidades de un jugador de póker no pueden afectar en absoluto a las cartas que le hayan tocado al repartir la baraja (situación de azar), y concluiremos que el jugador no tiene control alguno sobre este resultado: si le han tocado malas cartas, no dependerá de sus habilidades, empeño, voluntad, etc.
Evidentemente, nuestra vida está plagada de situaciones en las que no existe el control del resultado por parte del individuo: los juegos de azar como la lotería, los accidentes, algunas enfermedades, los encuentros casuales... No obstante, los seres humanos nos resistimos a aceptar que el azar pueda dominar una parte importante de nuestras vidas. Esta realidad representaría un ataque en toda regla a nuestra autoestima, pues nos obligaría a vernos como lo que somos a menudo: muñecos moviéndose de un lado a otro a merced de un mar de olas aleatorias que golpean desde mil direcciones. Nos gusta más la imagen de un universo ordenado donde todo tiene una explicación lógica y sencilla, pensar lo contrario nos hace sufrir.
En consecuencia, y para evitar ese sufrimiento, interviene el autoengaño, y tendemos a tratar las situaciones de azar como si fueran situaciones de habilidad (es decir, tratamos las situaciones incontrolables como si pudiéramos controlarlas). Un jugador de lotería se siente más confiado en que va a obtener el premio si le permiten escoger el número con el que va a jugar (Langer, 1975); un jugador en un casino pondrá mucho cuidado y concentración al arrojar los dados sobre la mesa para conseguir el número que desea (Henslin, 1967), o bien acarreará amuletos para "atraer la buena suerte"; los familiares de un fallecido en un accidente buscarán una explicación más allá de la pura casualidad o el azar (Kushner, 1981)... En este proceso de autoengaño intervienen múltiples factores que pueden estudiarse desde muchos puntos de vista.

El mundo justo
La misma motivación (es decir, la protección de nuestra autoestima ante un mundo repleto de situaciones dominadas por el azar, ante las que estamos desprotegidos) subyace a la creencia generalizada en que las acciones y sus resultados comparten la misma valencia afectiva. Ésta es la "hipótesis del mundo justo": los actos buenos tienen consecuencias positivas, mientras que los actos malos tienen consecuencias negativas; las cosas buenas les suceden a las buenas personas, pero las cosas malas les suceden a las personas malvadas (Langer, 1975; en realidad, Piaget ya observó este tipo de razonamiento con anterioridad, pero lo vinculó a los estadios de desarrollo previos a la edad adulta, algo que como veremos no es cierto). Esta creencia en la justicia universal elimina el papel del azar, incluso en situaciones donde el azar es claramente el único o principal determinante, y por esto nos hace sentir más cómodos en el mundo. Vamos ahora a ver algunos ejemplos donde la creencia en el mundo justo se investiga empíricamente.
En uno de sus experimentos, Lerner (1965) pidió a sus participantes que evaluasen las aptitudes de dos trabajadores, uno de los cuales había obtenido una bonificación por casualidad. Sistemáticamente, los participantes juzgaron más competente a este trabajador que fue recompensado, incluso aunque supieran que esto ocurrió de manera fortuita, accidental. Es como si quisieran "poner las cosas en su sitio": si recibió la recompensa, tuvo que merecerla, porque si no el mundo sería un lugar injusto.
En la misma línea, Lerner y Simmons (1966) complementaron el anterior experimento con un estudio en el que los participantes observaron como otro participante (realmente, un actor conchabado con el experimentador) recibía descargas eléctricas como castigo a errores menores en un experimento en el que creían estar tomando parte. En aquellas situaciones en las que los participantes no podían hacer nada para evitar que esta persona fuera castigada, se observó cómo los sujetos tendían a devaluar o negar el sufrimiento de la víctima. De nuevo, parecían mostrar preferencia por la hipótesis del mundo justo: "si no puedo actuar para detener tu castigo, entonces es mejor creer que te lo mereces, o que no es tan doloroso, y así no me siento mal por ello".

Tienes lo que te mereces
Profundizando más en el estudio de la creencia en el mundo justo, Callan, Ellard y Nicol (2006) llevaron a cabo una serie de experimentos en los que manipularon una variable que resultó ser clave: la valencia afectiva (bueno vs. malo) de los actos que unos individuos llevaron a cabo antes de pasar por una situación de azar (no controlable). Los participantes en los experimentos de Callan y colaboradores leyeron dos historias diferentes, en una de ellas el protagonista obtenía un evento positivo por azar (ganar la lotería), y en la otra pasaba por una situación negativa también por azar (ser víctima de un accidente de automóvil). Además de esto, se ofreció información distinta acerca de los protagonistas de estas historias: a la mitad de los participantes se les dijo que el protagonista ganador de la lotería había tenido un buen comportamiento previamente al sorteo, a la otra mitad se les dio la información opuesta; del mismo modo, la mitad de los participantes fue informada de que el protagonista de la historia del accidente de carretera había engañado a su pareja recientemente ("mala persona"), mientras que la otra mitad de los participantes solamente supo que el protagonista estaba planeando unas vacaciones familiares ("buena persona"). Los resultados mostraron cómo, en ambas historias, los sujetos juzgaron que estos eventos objetivamente incontrolables (ganar la lotería, ser víctima de un accidente) fueron resultado de las acciones previas de los protagonistas (tener buen comportamiento, cometer adulterio) sólo cuando la valencia de estas acciones coincidía con la de los eventos. Es decir, tanto el triunfo en el sorteo como el accidente se reconocieron como eventos fruto del azar e incontrolables cuando éstos no "encajaban" (suponiendo que el mundo es justo) con los actos previos del protagonista: si una persona mala y mezquina gana un sorteo es porque ha tenido suerte; si una buena persona es atropellada mortalmente no ha sido culpa suya. Sin embargo, cuando los actos coincidían con los eventos experimentados por los protagonistas, la creencia en el mundo justo salía a relucir: si el protagonista de una de las historias ganó el sorteo, se debe a que es una buena persona; si el otro protagonista fue atropellado, fue por haber cometido adulterio. En otras palabras: según los sujetos del estudio, ambos protagonistas merecían lo que les pasó (sea positivo o negativo), y no sólo eso, sino que estos eventos fueron entendidos como el fruto lógico de sus actos (porque en el mundo justo, los actos buenos producen recompensas, mientras que los actos malvados derivan en castigos).
Por último, voy a comentar otro estudio que añade un factor de lo más interesante: el atractivo físico del protagonista. Callan, Powell y Ellard (2007) pusieron sobre la mesa la creencia de que "los guapos son buenos" que tanto han contribuido a perpetuar los cuentos infantiles y, con escasas excepciones, las películas de Disney y Hollywood (¿no es frecuente que los heroicos protagonistas de estos cuentos y películas sean retratados a la vez como hermosos y bondadosos, y para completar el cuadro acaben triunfando en sus gestas?). Cuando nos presentan a una persona físicamente atractiva, le atribuimos cualidades positivas, también en el plano moral ("son buenas personas"). Imagine el lector que asiste a la representación de una tragedia, la muerte de una mujer, como hicieron los participantes (mayoritariamente mujeres) del estudio de Callan y colaboradores (2007). La trampa vino a continuación: la mitad de los participantes observaron la muerte de una mujer hermosa, mientras que los demás asistieron a la muerte de una mujer no tan atractiva. Como podemos imaginar a estas alturas, los primeros juzgaron la tragedia como indudablemente más injusta y dolorosa que los otros. Curiosamente, el mecanismo funciona en dos direcciones, puesto que en un segundo experimento se invirtió el orden de los acontecimientos. Los sujetos leyeron un relato en el que una mujer resultaba herida en un incendio accidental en una casa (es decir, que fue víctima de una injusticia). A continuación, debían escoger en un banco de imágenes la cara de la protagonista tal como la habían imaginado al leer la historia. Aquellos participantes a los que se les hizo creer que el sufrimiento de la mujer había sido grande escogieron caras significativamente menos atractivas que aquellos a los que se les dijo que las secuelas del incendio habían sido mínimas. De nuevo, la "injusticia" no cabe en la cabeza de los participantes: si la mujer fue herida salvajemente, no podía ser bonita, esto sería "injusto".

En cualquier caso, todo el proceso de autoengaño cumple su objetivo al presentarnos un mundo justo en el que las personas no son recompensadas o castigadas por azar, sino porque lo merecen (y sorprendentemente la belleza física cuenta como "bondad" en este razonamiento). Infundadamente, "rellenamos" los espacios huecos que preceden a todo aquello que sucede por azar o por razones desconocidas, mediante la atribución de estos eventos a causas que nos parecen lógicas y justas. Así ponemos orden en el mundo, aunque lo hagamos de espaldas a la realidad. En mi opinión, ser irracionales nos protege de un vacío insoportable de mirar, y por eso la evolución nos hizo así. Irracionales.

Referencias:
  • Callan, M. J., Ellard, J. H., y Nicol, J. E. (2006). The belief in a just world and immanent justice reasoning in adults. Personality and Social Psychology Bulletin, 32, 1646-1658. DOI: 10.1177/0146167206292236
  • Callan, M. J., Powell, N. G., y Ellard, J. H. (2007). The Consequences of Victim Physical Attractiveness on Reactions to Injustice: The Role of Observers’ Belief in a Just World. Social Justice Research, 20, 433-456. DOI: 10.1007/s11211-007-0053-9
  • Henslin, J. M. (1967). Craps and magic. American Journal of Sociology, 73, 316-330.
  • Kushner, H. S. (1981). When bad things happen to good people. New York: Abon Books.
  • Langer, E. J. (1975). The illusion of control. Journal of Personality and Social Psychology, 32, 311-328.
  • Lerner, M. J. (1965). Evaluation of performance as a function of performer's reward and attractiveness. Journal of Personality and Social Psychology, 1, 355-360.
  • Lerner, M. J. (1980). The belief in a just world: A fundamental delusion. New York: Plenum.
  • Lerner, M. J., y Simmons, C. H. (1966). Oberver's reaction to the "innocent victim": Compassion or rejection? Journal of Personality and Social Psychology, 4, 203-210.

¿Quieres partirte de risa? Humor científico
¿Quieres partirte de risa? Humor científico 2

miércoles, 8 de julio de 2009

"Yo soy antinuclear" by Greenpeace

Artículo ya publicado en Wis Physics.

El título de esta entrada es una frase superprogre que la gran mayoría de grupos ecologistas (por no decir todos) respaldan. Para ellos, todo lo que tenga que ver con la generación de energía mediante centrales nucleares es malo y por tanto hay que eliminarlo. Por ejemplo, y según Greenpeace, la energía nuclear es peligrosa, sucia, cara, innecesaria, no genera empleo, no soluciona el cambio climático, no genera independencia energética, se acaba, no tiene respaldo social y es incompatible con un modelo económico sostenible. Estos 10 argumentos son los que esgrime dicha asociación ecologista en su decálogo antinuclear, que puede ser visto en esta página. Obviamente no puedo estar más en desacuerdo con casi todos ellos y a lo largo de las siguientes líneas plantearé mis argumentos.

jueves, 2 de julio de 2009

Experiencias perrunas

Artículo ya publicado en psicoteca
Hace tiempo podíamos leer por aquí unas líneas sobre el aprendizaje operante. El perro que aparece en la foto se llama “Golfo”, y para mí es sin duda “el mejor perro del mundo”. Ahora ya está más grandecito, pero os dejo un vídeo corto de cuando era casi recién nacido.



Es el perro de un amigo, y a veces por las noches damos una vuelta y de paso lo paseamos. Yo como buen psicólogo no podía perder la oportunidad de hacer alguna “hectorada”, y le suelo bajar siempre que Golfo viene por aquí 5 rodajas de chorizo. ¡Ummm, qué rico! El primer día le dije eso de “sit” y esperé a que se sentara (cosa que ya le había enseñado mi amigo) y luego le di el chorizo. Pronto dejó de hacer falta dar la orden, y ya se sentaba sin que yo dijera nada. Después de hacerlo durante varios días, ahora cada vez que me ve nada más llegar, se acerca y se sienta y me mira atentamente. Es bastante gracioso. Incluso aunque yo no me acuerde, Golfo llega y se sienta y se me queda mirando.
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Otra cosa que me hace bastante gracia de las que hace, es cuando hay un muro justo con la altura del perro y mi amigo y yo miramos por encima y señalamos hacia algún lugar. El perro se sube a ver qué hay. Se pone sobre las patas de atrás y asoma justo lo que es la cabeza, apoyando las patas de delante sobre la parte final del muro. Y con la cabeza asomada curiosea a ver qué hay allí. Y es que parece que los perros son capaces de entrar en interacción con nosotros de forma bastante eficiente.
Me estoy acordando de otra experiencia casera típica que todos aquellos que tienen perros conocerán. ¿No os pasa que vuestro perro sabe que alguien de la casa está llegando a casa antes de que lo haga? Nadie más se ha dado cuenta, pero sí el perro…interesante, ¿no? ¿Tiene el perro el don de adivinar el futuro? Sobre estas cosas hay un vídeo muy interesante aquí…



Es una pequeña parte de un documental de National Geographic. En el mismo comentan algunas cosas sobre los perros. Sigue aquí…



En la segunda parte podemos ver cómo experimentan con los perros en un laboratorio de aprendizaje, y además de mostrarse en el mismo la capacidad de nuestros amigos peludos para aprender, se comenta también la utilidad que esto puede tener para algunas personas…

¿Quieres conocer algunas curiosidades sobre el magnetismo?
¿Qué secretos esconde Kyle?