miércoles, 1 de septiembre de 2010

Me gustan las cagarrutas de oveja

Ahí va la confesión…

Cuando estoy en un pueblo pequeño, paso cerca de una granja o en el campo y, de repente, huele a cagarrutas de oveja… éste que os escribe… se sonríe.

La razón es muy sencilla. Por las calles del pueblo de mi madre, hace unos años, pasaban los rebaños. Los niños corríamos a escondernos en las casas y mirábamos pasar las ovejas desde la ventana. Después salíamos a la calle y veíamos todo sembrado de aceitunillas…y tenía gracia.

Así que aquí funciona la memoria asociativa. Ese olor (no demasiado agradable) está asociado a un recuerdo agradable, y eso transforma el efecto que el olor produce sobre mi estado de ánimo.

Este es el fundamento de muchas maneras de memorizar y reglas mnemotécnicas, el mismo condicionamiento… o los chuchos de Paulov.

Sabiendo que así funciona nuestro coco, usémoslo para nuestro beneficio. Rodeémonos nosotros y a nuestros estudiantes de condiciones agradables y quizá lleguen a sonreir con lo que nosotros amamos.

No puedo terminar sin decir que el olor a vaca me recuerda a Cantabria…

Creo que tengo que salir más…

11 comentarios:

Carlos Lobato dijo...

Totalmente de acuerdo Javier... y hay que ver la de recuerdos que pueden activar los olores... Un saludo. ;)

Javier dijo...

Que tengas buen curso, compañero.

Unknown dijo...

Pues a mi el olor a establo me trae mogollón de recuerdos de mi Galcia natal. Igual que a tí de Cantabria.

Por cierto, he leido que el olfato es el órgano más asociado a la memoria. ¿Se sabe a que se debe?

Un saludo.

Javier dijo...

Preciosa Galicia... yo nací en Madrid, pero me encanta el norte.

Pues no sabría decirte sobre esto de si el olfato es un "sentido privilegiado" respecto a la memoria. Como bebés el olfato creo que debe ser tan temprano como el gusto, aunque pueda ser anterior a la vista o al oído. En lo académico desde luego no es un elemento que se use para reforzar la memoria, tirando mucho más de lo visual o verbal... pero quizá sería interesante usarlo, a ver qué me llevo al primer día de clase, jeje.
Invocamos a Héctor, nuestro psicólogo de cabecera, para que arroje más luz.

Héctor dijo...

Sí que existe una relación especial del sentido del olfato con las emociones y la memoria.

Creo que tenía que ver con la conexión que existe entre las partes de que se encargan en el cerebro del sentido del olfato y las que se encargan de las otras dos en el sistema límbico. Además, desde los receptores del olfato la señal va directamente sin pasar por el tálamo. Estas peculiaridades anatómicas sobre este sentido dicen, podría dar pistas sobre la peculiridad funcional que relaciona al olfato con la memoria y las emociones.

Héctor dijo...

El tálamo para que nos hagamos una idea hace como de estación de telecomunicaciones. Manda la señal sensorial a la parte del cerebro donde será procesada. Pero hace también de filtro, y no manda muchas de las señales. En el sentido del olfato no está el filtro y hay una conexión directa con el cerebro, además con el sistema límbico, parte del encéfalo que se tiene un papel muy relevante en la memoria y emociones.

Héctor dijo...

Pero esto pasa con la memoria emocional si no recuerdo mal. Hueles el "pastel" y te emocionas. La relación olfato-memoria emocional que está presente en este hecho, dicen que podría explicarse por el acceso directo de la señal del olfato a las zonas del cerebro que procesan la memoria y las emociones sin pasar por el tálamo.

Danaska Alonso dijo...

¿Habéis visto Ovejas Asesinas?

Javier dijo...

Gracias Héctor, swift as always.

No tiene la vista también una conexión directa?

Hector dijo...

No, sí que pasa por el tálamo. El olfato es el único sentido cuya señal nerviosa no pasa por ahí.

Anónimo dijo...

A mí también me gusta el olor a estiercol, pero el de vaca. Me alegra ver que no soy la única que tiene estos gustos, pensaba que era una rarita... Yo lo relaciono con la naturaleza en generaly con los recuerdos de niñez cuando iba de camping con mis padres a Picos de Europa, Pirineos,... Un saludo.